Muchas veces nos preguntamos si seríamos capaces de liderar un equipo, si estaríamos en la capacidad de lograr resultados si nos encargaran gestionar un proyecto importante, o si tendriamos la capacidad de lograr que un grupo de personas se convierta en un equipo.

Si eres de los que alguna vez ha hecho alguna de estas preguntas estoy seguro que este artículo te interesará.

Para poder resolver estas interrogantes habría que observar como esta nuestro nivel de liderazgo dentro del primer equipo que formamos parte desde el día en que nacemos “Nuestra Familia”, hay que empezar preguntándonos ¿Cómo me estoy comunicando con mi familia? ¿lo hago asertivamente?, es decir soy capaz de decir lo que pienso pero siempre buscando las formas adecuadas; ¿lo hago efectivamente?, me aseguro que lo que quiero comunicar es entendido por mis familiares; ¿soy empático?, me pongo en los zapatos de los demás para poder comprender sus puntos de vista y evito hacer juicios cuando alguien piensa distinto a mí; ¿escucho activamente y con compromiso?, es decir escucho para entender y no para responder y mientras escucho solo escucho y no estoy pensando en que responder; ¿vivo en el aquí y el ahora?, durante el tiempo en el que estoy con mi familia ¿estoy realmente presente?, con mis cincos sentidos puesto en el momento que comparto con ellos; ¿Soy un resolutor de conflictos?, en momentos de tensión o conflicto soy capaz de generar y motivar consensos; ¿conozco realmente a cada miembro de mi familia?, se lo que les gusta, lo que les fastidia, lo que los emociona, lo que los motiva, lo que los desmotiva; ¿Soy coherente?, es decir hay una correlación entre lo que pienso, lo que digo y lo que hago; si la respuesta a estas interrogantes es positiva te aseguro que estás preparado para estar a cargo de un equipo humano, y si has encontrado algunos aspectos en lo que debes trabajar no te preocupes, mas bien ocúpate de ellos trabajándolos, y el mejor lugar para empezar a hacerlo es con nuestro equipo mas íntimo “NUESTRA FAMILIA”

Te invito a que en esos aspectos que has identificado que debes trabajar, te pongas una nota del 0 al 10 en cada aspecto, empieza trabajando en el que te hayas puesto menor puntaje, para ello has una lista de pequeñas acciones concretas y alcanzables que puedas empezar a trabajar desde hoy, al terminar el día has un balance del cumplimiento de lo propuesto, en caso no pudiste cumplir piensa que te lo impidió y de que manera distinta podrías intentarlo el día siguiente para poder cumplir lo propuesto, cuando sientas que ya superaste ese aspecto, pasa al siguiente que le colocaste menor puntaje y empieza con acciones concretas para dicho aspecto hasta superarlo, y así consecutivamente hasta hacer de esto un hábito de tal manera que tengas en ti una mejora continua que te permita superar las brechas que has identificado y que podrían minar tu nivel de liderazgo.
Y surge la pregunta ¿Y cómo me daré cuenta que esto está funcionando?, será natural que tu familia y tu entorno más cercano empiece a resaltar los cambios que están observando y además empezarás a ver que ellos empiezan a imitar esos nuevos comportamientos y hábitos tuyos.

Esto no se trata de magia, pero si será mágico el darte cuenta del cambio que puedes motivar con tu ejemplo.