El Presente “Un hermoso regalo”
¿Alguna vez te ha pasado estar conduciendo un sábado por la mañana y de pronto te das cuenta que estas rumbo a la oficina sin ser ese tu destino?, o ¿alguna vez te pasó que estás en medio de una conversación con tu familia o amigos y te das cuenta que no sabes de que están hablando?, o ¿te ha pasado que te acaban de presentar a alguien y al minuto no te acuerdas su nombre?, o ¿te sucedió que saliste de tu casa con prisa y no te acuerdas si apagaste la cocina? bueno si contestaste afirmativamente alguna de las interrogantes anteriores, te aseguro que este artículo te interesará mucho.
Cuando nos ocurren este tipo de cosas, de manera automática solemos atribuirlas a nuestra mala memoria o a que somos distraídos y que ya no tenemos remedio; sin embargo, surgen las preguntas ¿realmente no tenemos remedio? ¿realmente estamos condenados a vivir así toda nuestra vida? ¿ustedes que creen?.
Bueno en mi caso viví así muchos años, conduciendo a destinos a los que no iba, olvidándome de los encargos que me hacían en casa, olvidándome al minuto los nombres de las personas que me habían presentado, perdiendo mi carro en los estacionamientos, entre otras anécdotas con las cuales me terminé convenciendo de mi mala memoria.
Sin embargo un buen día me percaté de una interesante contradicción y fue cuando algunos colaboradores en mi trabajo me decían que tenía una excelente memoria, me puse a pensar y en efecto tomé conciencia de que en el trabajo me acordaba de cada detalle, y no entendía cómo eso podía ser posible.
Un dia dentro de un programa de coaching descubrí que mi buena o mala memoria estaba en función a mi capacidad de estar en el aquí y ahora, y efectivamente estaba muy presente en el trabajo pero ausente en casa, en el centro comercial o mientras conducía, es decir muchas cosas las hacía en modo automático. Cuando tomé consciencia de ello empecé con algunos ejercicios sencillos pero que empezaron a tener un gran impacto en mi vida, empecé a tomar conciencia de cada detalle que ocurría durante el día, como sentir el agua y el jabón al momento de bañarme, el ser consciente del desayuno que tomaba y lo afortunado que era de tenerlo, apreciar el camino al trabajo mientras conducía, ser consciente de cada palabra que pensaba mientras hacía mi oración diaria, o de cada palabra que decía mi interlocutor mientras me hablaba, es decir, empecé a estar presente en cada momento que vivía, y aunque no era magia, empezó a tener un efecto mágico en mi vida, ya que no solo mi memoria empezaba a estar mejor que nunca, sino que además logré disfrutar más a mi familia, a mis amigos,a la naturaleza, a mi mascota y hasta el viaje en auto en nuestro caótico tráfico.
Les recomiendo este ejercicio muy sencillo pero poderoso para empezar este viaje, tomen consciencia a partir de hoy de cada cosa que toquen, que huelan, que observen, que escuchen y que saboreen, ello los ayudará a que estén más presentes durante el día y disfruten del perfume de su pareja, del olor a cafe por las mañanas, de la temperatura del agua sobre su cuerpo, de la textura del rostro de su hijo, del delicioso sabor de nuestra comida, de las hermosas melodías de las aves y del maravilloso mundo que nos rodea.
Es momento de disfrutar al máximo de este hermoso REGALO “El presente”
Renzo Patiño Cornejo
Ing. Civil, Mg. en Gestión Tecnológica Empresarial, Conferencista y Coach profesional internacional.